La venus de Willendorf · Lilou
Ser sincera conmigo misma
es un capitulo complicado que cuesta expresar.
Qué decirte, si yo no se ná.
Treinta y tres años a la espalda,
aferrándome a mi juventud con dientes y garras.
Y de repente, llegas tú, pequeña saltarina,
poniendo en jaque toda mi vida.
Miro hacia atrás,
con nostalgia y cariño
me despido de lo que no volverá.
Las noches interminables en mundos de fantasía,
con la gente a la que amo y una gran sonrisa.
Que hoy, a un mes de tenerte,
apaciguo con vasos de agua en mis bares de alterne.
Él me anima,
siendo amor,
pureza y locura.
Formando parte de esta gran aventura.
Sus ojos expresan lo que las palabras no saben decir.
Y él, sin siquiera ser,
ya te está dando sueños de libertad y coraje.
Desde tu nombre,
hasta tu ser.
Me has convertido en madre,
pequeña saltarina,
delante de mi se expande un camino
que esperamos saber construir.
ABÁIGAR
